sábado, 21 de enero de 2012

Nadie se muere por nadie.

Estoy más que segura de que tu almohada se está cansando ya de que noche tras noche la empapes de sufrimiento, de pensamientos que no llegan a ningún lado y sobre todo de lagrimas. Pasa de hoja o cambia el libro, porque nadie se muere por otra persona. Puede que te duela mucho porque ha sido muy importante para ti, pero es que por mucho que te rayes, pronto vendrá otra persona la cual te trate igual o mucho mejor y que tu valores igual o más. Por eso ahora coge y sécate las lagrimas. A continuación, lávate la cara, y despejate. A tus amigos no les gusta verte así. Y por último, sonríe. Por supuesto no llores más. Pues nadie llegará a valer tanto como para merecerse tus lagrimas.

No hay comentarios: