Sigo mi recorrido con la mirada para contemplar si había alguien mas que yo conociera,me detengo en un rincón,allí estaban todos sus amigos ,algún que otro ex tanto suyo como mio y su flamante novio.
Me dirijo segura hacia el grupo para saludarlos.
Luego Leila se acerca ,con esa sonrisa tan radiante como siempre me saluda y me da un abrazo,esta muy contenta,de vernos a todos.
Y de pronto veo que por la puerta entra la otra parte de mi vida él. Robert el amor de mi vida. Cuando me vio se abalanzó sobre mi para saludarme. Me dio un beso en la boca que no me lo esperaba,lo podía haber evitado pero no lo hice porque,porque.., me confieso lo amo, por encima de toda las cosas,es mi confidente fiel.
Bailamos juntos toda la noche,me abrazaba,me rozaba la piel,me besaba. Eramos amigos con derecho al roce según él.
Dicen que los niños y los borrachos dicen la verdad,entonces decidí ir a por todas y le confesé mi amor hacia él,y si me arrepentía de eso le echaría la culpa al alcohol,que ha sido mi salvador en más de una ocasión. Pero note que él también sentía lo mismo,no podía olvidarme, ni tampoco engañarme con esa mirada que lo decía todo,fue sincero y me lo confesó.Que cuando estaba conmigo tocaba el cielo con las manos.
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